Dele todo el amor, controle el estrés

El estar presente con su hijo/a desde un punto de vista emocional aumenta la felicidad de este/a, fortalece su salud emocional y le ayuda a desarrollar habilidades de autocontrol.

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Planifique para evitar el estrés

¿Qué situaciones lo suelen poner nervioso? Piense acerca de esas situaciones de antemano y planifique de qué modo puede mejorar o evitarlas. Por ejemplo, evite ir a la tienda justo antes del horario de siesta de su hijo/a.

Momento de gratitud

Tómese un momento para pensar acerca de algunas de las cosas que le hacen sentir gratitud ahora, grandes y pequeñas. Reflexione acerca de esta sensación por unos minutos y disfrútela.

Sea amable con usted mismo

A veces la vida puede parecer abrumadora. Recuerde que todos cometemos errores. Mire las cosas en perspectiva y sea amable con usted mismo cuando estas no salen como las había planeado. Pida ayuda. Todos los padres necesitan ayuda.

Autocuidado

Dedíquese un tiempo para usted, incluso si solo cuenta con unos pocos minutos. Llame a un amigo, haga una caminata, estírese, consuma alimentos saludables, respire profundo o empiece un hobby. Llame a su médico si se siente triste o estresado muy a menudo.

Vuelva a encauzarlo

Conocer los propios límites es una parte importante del aprendizaje. Concéntrese en las cosas que su bebé puede hacer, en lugar de las cosas que no quiere que haga. De ser necesario, intente encauzar el comportamiento guiándolo hacia otra actividad.

Siga una rutina

Las rutinas ayudan a que los bebés aprendan los ritmos de la vida. Cuando su bebé tenga un par de meses, siga rutinas para las actividades diarias, como comer, dormir siestas, bañarse o ir a la cama. Tenga en cuenta que las rutinas irán cambiando a medida que crezca.

Dé el ejemplo

Su bebé aprende a actuar viéndolo. Cuide los valores y comportamientos que desee transmitirle, por ejemplo al ser amable y generoso o al mantener la calma frente a las dificultades (lo mejor que pueda).

Describa a otras personas

Haga que su bebé reconozca a otros adultos y niños describiéndole lo que ellos sienten y cómo se comportan. “Jade se ríe porque el cachorro le lamió la cara”.

Jueguen juntos

Abrace a su bebé, sonríale y haga sonidos o gestos graciosos. Siéntese en el piso con él/ella y practiquen juegos como el “peek-a-boo” (esconder y descubrirse el rostro). Tomen un descanso si ve que su bebé está cansado o mira mucho hacia otro lado.

Exprese sus sentimientos

Preste atención a los sonidos, movimientos y gestos faciales de su hijo/a. Exprese sus sentimientos, preferencias y necesidades. “Te asustó el ladrido del perro”. O “Te gusta esta zanahoria. Le diste dos bocados enormes”.

Cálmelo cuando se pone nervioso

Sus emociones afectan cómo se siente su bebé en una situación. Si debe separarse de él/ella, háblele y sonríale brindarle calma. Dígale “Mamá/Papá volverá pronto”, para que aprenda a asociar esa promesa con su regreso.

Consuele a su bebé

Consuele a su bebé cuando se ponga quisquilloso o llore. Tal vez esté cansado, tenga hambre o se sienta incómodo. Intente acunarlo o cantarle una canción conocida. Le tomará algo tiempo aprender las señales y saber qué funciona mejor.

Aliéntelo

Aliéntelo cada vez que intenta algo nuevo. Si lo busca con la mirada o le pide ayuda con un gesto, confírmele que está allí. “Estás empujando ese carro”. Sonríale y dele un beso cuando algo les sale bien.

Responda

Cuando su bebé intente capturar su atención, haga contacto visual y trátelo con cariño. No siempre podrá detener una actividad, pero respóndale para que sepa que lo escucha.

Abrace, bese y mime

Llénelo de atención y contacto físico amorosos. No es posible consentir a un bebé; no se contenga a la hora de mostrar cariño.

¿Por qué es importante esto?

Los bebés y los niños pequeños se desarrollan bien cuando sienten que su mundo es amoroso, seguro y predecible. Cuando les demuestra amor y responde a las necesidades propias de esa edad, ellos aprenden que pueden contar con usted. Al responder de un modo acorde a sus emociones, les está enseñando a controlar sus sentimientos y comportamientos. El hecho de sentirse seguros en sus relaciones les da la confianza para explorar el entorno y lidiar con los desafíos que se presenten.

 

Los niños pequeños son muy sensibles a sus emociones, sean de felicidad o de disgusto. Por eso, es importante que busque estrategias que le ayuden a controlar el estrés. Ser cuidadoso con usted mismo lo ayudará a mantener la calma y ser paciente con su hijo/a.